El cantar de los cantares

¡Hola chicos! hoy hablaré sobre le cantar de los cantares, el cuarto canto.

El poema "El rey de los reyes"  también lo podemos relacionar  con la literatura religiosa , ya que es un texto bíblico.
A continuación procederé a indicar varias funciones del lenguaje en este texto:

La amada
Yo duermo, pero mi corazón vela:
oigo a mi amado que golpea                     ⇨    Función narrativa.
"¡Ábreme, hermana mía, mi amada
paloma mía, mi preciosa!                        ⇨      Función emotiva
porque mi cabeza está empapada por el Rocío
y mi cabellera por la humedad de la noche".
"Ya me quité la túnica,
¿Cómo voy ponérmela de nuevo?
ya me lavé los pies,
¿Cómo voy a ensuciármelos?"           ⇨    Función connotativa
Mi amado paso la mano
por la abertura de la puerta,
y se estremecieron mis entrañas.
Me levante para abrirle a mi amado,         ⇨    Función referencial
y mis manos destilaron mirra,
fluyo  mirra de mis dedos,
por el pasador de la cerradura.
Yo misma le abrí a mi amado,
 pero el ya había desaparecido.
¡El alma se me fue detrás de el!            ⇨   Función emotiva
¡Lo busque, y no lo encontré,
lo llame y no me respondió! (...)
¿Qué tiene tu amado mas que los otros,
tu, la mas hermosa de las mujeres?
¿Qué tiene tu amado mas que los otros
para que nos conjures de esta manera?
La amada
Mi amado es apuesto y sonrosado,
se distingue entre diez mil.
Su cabeza es un lingote de oro puro,
sus cabellos son ramas de palmera,                             ⇨      Descripción
negros como un cuervo.
sus ojos son dos palomas,
junto a una corriente de agua,
 que se bañan en leche                                         
y se posan en un estanque.
Sus mejillas son canteros perfumados,
almácigos de hierbas aromáticas.
Sus labios son lirios
que destilan mirra pura.
Sus manos, brazaletes de oro,
adornados con piedras de Tarsis.
Su vientre, un bloque de marfil,
todo incrustado de zafiros.
Sus piernas columnas de alabastro,
asentadas sobre bases de oro puro.
Su aspecto es con el Líbano,
esbelto como los cedros.
Su paladar rebosa dulzura
y todo en él es una delicia
Así es mi amado, así es mi amigo,
hijas de Jerusalén.